A pesar de que muchos asocian el jean con la moda estadounidense, su origen se remonta a Europa. El tejido denim proviene de la ciudad de Nimes, en Francia, de donde surge el nombre "de Nimes", que con el tiempo se transformó en "denim". Sin embargo, fue en Génova, Italia, donde se comenzó a fabricar un tipo de tela resistente utilizada para la confección de pantalones de trabajo para marineros y obreros. El término "jean" proviene de la pronunciación francesa de "Gênes", el nombre de la ciudad en francés.
No fue hasta 1873 cuando Levi Strauss y Jacob Davis patentaron los primeros pantalones vaqueros reforzados con remaches de cobre, diseñados para los trabajadores en las minas y el campo en Estados Unidos. Desde entonces, el jean ha pasado de ser una prenda de trabajo a convertirse en un símbolo de rebeldía, juventud y estilo en la moda global.